Empedrado de Morou (El Montseny)

INTRODUCCIÓN
Agradable paseo que se adentra en el valle de Santa de Fe de Montseny por una cómoda pista señalizada que nos lleva a lugares tan singulares como al Empedrado de Morou o al modesto pantano de Santa Fe a través de encantadores bosques de hayas, castaños, encinas y enormes pedruscos. No necesitareis más de 2 horas, aunque merece la pena pasarse toda una mañana disfrutando de los paisajes y saboreando sin prisas el aire fresco del Montseny.


DESCRIPCIÓN
Es otro de los recorridos del Parc denominado "autoguiados" ya que en el Centre d'Informació Can Casades (punto de inicio) te pueden proporcionar gratuitamente un tríptico donde se explica con detalle los puntos más interesantes de la ruta; incluso disponen de una versión en braille para personas invidentes o con baja visibilidad.
Tengo que subrayar la excelente atención y profesionalidad de los empleados del Parc que están en can Casades; si teneis alguna duda o necesitais más información, preguntadles porque son unas enciclopedias.

Todo el recorrido está señalizado con balizas de madera con bordes verdes y un parche de color naranja. Las señales que no dispongan de este parche son sólo informativas y no forman parte del itinerario "oficial".
Nosotros nos hemos desviado en un par de ocasiones para sacarle más provecho a la excursión: uno para visitar la Font de les Cuatre, y el otro para subir al Esqueis de Morou, al que finalmente no pudimos llegar porque mi rodilla se resintió de una lesión y no hubo tiempo para buscarlo.
De cualquier forma es una ruta que debes andar si éres un amante de la naturaleza, y si no lo eres acabarás siendolo.


PUNTO DE PARTIDA
Can Casades (Santa Fe de Montseny), situado en el punto kilométrico 21 de la carretera BV-5114 que parte de Sant Celoni. (es la misma que para ir al Turó de l'Home en esta ruta).

Saliendo de Sant Celoni por el Norte encontraremos una rotonda con la indicación de Santa Fe. No tiene pérdida, pero ojito con el mogollón de curvas.


ITINERARIO
Hoy voy acompañado; viene mi esposa y la exploradora, que al verme preparar las mochilas casi provoca un huracán con tanto movimiento de cola.
De un salto se mete en el coche y me guiña una oreja. Está feliz y contenta.




Por la autopista AP-7 dirección Girona. Hay que tomar la salida 11 para ir a Sant Celoni.




Cruzamos Sant Celoni hacia el N. para enlazar con la carretera BV-5114. Encontraremos una rotonda y seguiremos las indicaciones hacia Campins/Santa Fe de Montseny, allí por donde van mis lanudos ex-compañeros de cole.




Pasan de las señales de tráfico.




En el km. 14,700 de la carretera, después de un curvón a la izquierda donde hay una masía, veremos a nuestra derecha un aparcamiento. Recomiendo hacer una parada y disfrutar de las panorámicas.
Al llegar a Santa Fe se aparca donde se puede y nos dirijimos a Can Casades, punto de información del Parc. Si vais con tiempo os aconsejo asistir a la proyección de unos audiovisuales que os dejará muy buen sabor de boca.
Entrada a Can Casades, fijaos que pedazos de árboles.




Veamoslos en panorámica.




Se trata de tres sequoias de los bosques del oso Yogui. El más alto mide 40,5 metros. Son espectaculares.
Vistos desde la puerta de Can Casades.




Por el jardín de Can Casades se accede a un caminito muy bien arreglado que nos llevará a un puente de madera. También podemos ir desde el exterior, bajando por esta calle y girando hacia la izquierda cuando se acaba el muro que rodea el edificio; a la derecha dejaremos la ermita de Santa Fe.
La colega no quiere moverse, parece que está asustada.




No me extraña con lo que viene hacia arriba. Mogollón de gente y coches de retorno. Han sido más madrugadores que nosotros.




Seguimos por este caminito.




Y cruzamos el puente de la Riera de Santa Fe. Sus aguas desembocan en el pantano.




Llegamos a Can Lleonart. Esta masía, propiedad del Servei de Parcs Naturals de la Diputació, se reconvirtió en Escuela de Naturaleza en el año 1.971. Las propuestas educativas son muy variadas e interesantes. Aconsejo hacerle una visita.
Seguimos hacia delante dejando el recinto a nuestra derecha.




Al finalizar el muro debemos seguir por donde indica la flecha, el edificio del fondo se llama la Casa Partida. Nosotros primero dimos un paseo por el llano que rodea Can Lleonart. Luego regresaremos a ese punto.




Alrededores de Can Lleonart.




De vuelta a la pista oficial, por un ancho y cómodo camino.




En la siguiente baliza encontramos un sendero que sale por la izquierda y que no forma parte del recorrido de la Diputación, lo tomamos para ir hasta la Font de les Quatre. Luego regresaremos deshaciendo el camino para continuar en la dirección que marca la flecha verde.
Aunque no está permitido, ahora que no nos ve nadie soltamos a la canalla para que disfrute un poco de la libertad que le impide la correa.




Se nota que este lugar es menos frecuentado; reina el silencio.




¡ Ya tenía yo ganas de estirar las piernas!




Esto es más divertido que jugar con las plumas de los cojines de casa.




Y además es mullidito.




¡ Cómo me gusta el monte !




Avanzamos hasta un punto donde el mapa indica la existencia de un arroyo que debe cruzar el camino, pero no se ve agua y ya es raro en esta época. La Font de les Quatre queda ladera abajo. Se me hace raro ver esas ramas cruzadas en el camino. Parecen muy casual ¿o no?




Umm! no me gusta como se hunden mis pies.




¡¡ No cruceis las ramas, atrás!!
Demasiado tarde, la exploradora ha tomado la iniciativa y se ha metido en un marrón, no veas como se hunde, le cuesta moverse y está asustada. Parecen arenas movedizas versión hojarasca.




Suerte que mi compañera está cerca de ella y le echa un cable.
Da un salto y sale cagando leches.




Está claro. Creo que las ramas no estaban allí por casualidad; tal vez alguien las colocó, o no. El caso es que el arroyo discurre silenciosamente bajo la hojarasca, y esto puede ser peligroso porque no se sabe lo que hay debajo, y no estamos como para jugar a ser Rambos, y menos con una rodilla escacharrá.
Damos media vuelta y retomamos la pista original. Ya sabemos donde se encuentra la fuente.
De haber cruzado, ese camino da un rodeo a la montaña por la vertiente sur del Puig Burguer (1.207 mts) y finaliza enlazando de nuevo con la ruta oficial, o sea, que no tiene pérdida.




Le leo la cartilla a la colegui avisandole que no debe adelantarse a nosotros, y que no hay que fiarse de lo que esconde un manto de hojas en un camino desconocido.
Creo que lo ha entendido porque me ha prestado mucha atención. Ya veremos.




Continuamos hacia el Pla de Mulladius entre hayas y castaños.




Algunos envoltorios de castaña. Pinchan como erizos.
Las castañas son ricas en hidratos de carbono, que significa energía para el organismo.




En el Pla de Mulladius la pista realiza un brusco giro a la derecha (Sur); por aquí continua la ruta de la Diputación, nosotros seguiremos recto por un sendero más que evidente.
Una fita indica la dirección de Turó de Morou - Coll de la Mosquera.




El paisaje se hace cada vez más salvaje. Hay enormes ejemplares de acebo, como el que se ve en la foto. Ya sabemos que es una especie protegida, así que ni tocarla, sólo admirarla.




Las copas desnudas de los árboles trazan perfiles fantasmagóricos.




El camino asciende y se vuelve pedregoso.




Gira en herradura hacia la derecha (Sur) y las piedras desaparecen repentinamente. Al fondo se atisba un lecho de hojas impresionantes.




Es increible el colchón de hojas, dan ganas de tirarse encima, pero hay quien piensa diferente.




- "Eh! yo por ahí no paso !! "




- "que no voy!"



"¿Cómo que no pasas? , ¡venga vamos que aquí no hay sorpresas bajo las hojas!, salta ya de esa piedra"




"¡ Que no, que no! que me hundo como antes. Yo me escondo y aquí me quedo!"




- "Pues ahí te quedas".
- "Bueno valeeeee, pero tu delante!




Una señal, vamos por buen camino. Giramos a la izquierda (E).




Un hermoso prado perdedor aparece al abrigo de emergentes rocas.




Pero antes de continuar colaboramos en el mantenimiento de los hitos.




Nos encontramos en el Pla Gran de la Cornera. Mereció la pena dar un paseo por este lugar. El entorno, silencioso y solitario, invita a unos instantes de relajación y meditación.




Pero mi rodilla dijo crack! y respondí que ¡ ayy!, así que p'abajo y otra vez será llegar al Esquei de Morou, y eso que estaba cerca. El Esquei es una roca de pocos metros de trepada desde donde se divisa unas atractivas vistas. Tiene un buzón; el Turó de Morou queda junto a el, hacia el SE, escondido entre la arboleda que practicamente impide ver algo más que el propio entorno. Regresaremos en otra ocasión.
Giramos hacia la derecha (O) y bajamos por un atajo de fuerte pendiente para enlazar con la pista principal.




Final del atajo.




De vuelta al itinerario señalizado.




Aquí se observa el sistema radicular de las hayas. Forma una malla superficial para captar la humedad y el agua de la lluvia, también mantienen el equilibrio cuando los troncos se hacen inmensos. La erosión deja las raices al descubierto.




Líquenes en los peñascos.




Nos acercamos al Empedrado de Morou. Enormes rocas se acumulan por el camino.




El sendero sigue descendiendo.




Y llegamos al Empedrado de Murou. Las vistas son extraordinarias, aunque hoy nos tocó algo de niebla y nubarrones que impidieron disfrutar a tope del bello paisaje. Desde aquí se divisa desde Les Agudes hasta la depresión del Vallès.




Panoramica del empedrado.




Las rocas graníticas albergan líquenes y musgos.








La población de Gualba hacia el SE.




Tras un buen rato de degustación del entorno enfilamos el camino hacia el pantano porque se pone a llover.




A medida que descendemos la vegetación va cambiando. Cruzamos zonas de umbría y nos rodeamos de encinas, robles y fresnos. El olor a tierra mojada es inspirador.




La pista continua dejando atrás Baladrell y Can Figueroles hasta llegar al embalse de Santa Fe, cuya presa fue construida entre los años 1.920 y 1.935 por encargo de Ramon de Montaner i Vila, propietario de los terrenos del valle, al arquitecto Pere Domènech i Pou.
El embalse ocupa una extensión de 5,20 kms2.




La pared mide 170 metros de longitud y 19 metros del altura hasta la superfice del agua. Su capacidad es de 900.000 m3. Se nutre del agua de 3 arroyos y de la Riera de Santa Fe, aquella que cruzamos al inicio del itinerario y cuyo curso nos acompañará de ahora en adelante por nuestra izquierda.




Al otro extremo del pantano se encuentra La Fabriqueta, edificio recientemente restaurado y que antiguamente actuaba de central suministradora de energía eléctrica al hostal de Santa Fe, que está junto a la ermita.




El camino asciende hasta llegar al Estanyol, una pequeña presa que acumula el agua de la riera de Santa Fe.




El Estanyol, precedente del actual pantano.




Y llegamos al final de la ruta. Ese es el puente donde iniciamos el recorrido; luego nos acercaremos a la ermita de Santa Fe.
Nuestra amiguita está reventá de tanto correr y saltar, solo hay que verla.




Ermita de Santa Fe de Montseny, datada en el año 1.231. Al lado se encuentra el Hotel, que actualmente está cerrado.
El hotel también fue obra de Pere Domènech, quien lo construyó unos años antes que el pantano, entre el 1.912 y 1.914.

Ahora llueve con más intensidad, de modo que nos metemos en el coche e iniciamos el camino de regreso a casa.





DATOS DE INTERES Y CURIOSIDADES DEL MONTSENY
- El Parc Natural del Montseny ocupa una superficie total de 31.103 hectáreas que pertenen a tres comarcas, El Vallès Oriental (56%), Osona (23%) y La Selva (21%) y que se reparten entre 18 municipios.

- Por sus montañas y valles encontramos 5 senderos de gran recorrido: GR-2, GR-5, GR-5-2, GR-83 y el Meridiano Verde.

- En la campaña de vigilancia y prevención de incendios durante el año 2.008 intervinieron 41 personas.

- Can Lleonart tiene el privilegio de ser la primera Escuela de Naturaleza que se creó en todo el territorio español.

- Las sequoias de Can Casades fueron plantadas en el año 1.900, supuestamente por semillas.

- A principios del siglo XX, D. Ramón de Montaner i Vilar (Conde del Valle del Canet y editor de libros) compró los terrenos del Valle de Santa Fé a un vecino de Sant Celoni y mandó construir el hotel y el pantano. Éra familiar directo del famoso arquitecto Domènech i Montaner.




Ficha Técnica:
Distancia recorrida: 7,9 kms.
Duración: 3h 45' (con tranquilidad)
Dificultad: Baja
Cartografía: El Montseny, escala 1:25.000 Editoral Alpina
Agradecimientos: Al empleado de Can Casades que tan amablemente me informó.
Fuentes consultadas: Parc Natural del Montseny
Track GPS: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=721965
Desnivel acumulado subida: 410 mts.
Desnivel acumulado bajada: 416 mts.
Perfil de la ruta:


Buenas montañas!


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